viernes, 31 de octubre de 2008
Canto Bereber ( Marruecos )
...Paisaje desértico con meloneros y limoneros
Y allá el Rift
Riachuelos y colinas de arena en tierras labradas a cuadros y allá el Rift
Parada en el café en la carretera la mujer dice que no quiere una foto o darme cincuenta dirhams. No hay foto no problema y allá el Rift ...
Áhmed Uld Abdel Qáder ( Fragamento )
Emprendimos la marcha...
Y la aurora nos sorprendió con las Pléyades,
prestas para la oración de la mañana.
Era un día cubierto de estrellas,
envenenado,
laberíntico,
proclive al espejismo,
un día para los que se beben su sed,
pero el espejismo sólo es un espejismo,
y no hay lugar para los recién llegados...
TIRIS ( De los poetas saharauis Luali y Saleh Abdalahe )
Quiero huir del vientre
De esta noche ajena.
Dormir un sueño
Sin primaveras postergadas
Sin cláusulas de perdón incumplidas
Y despertarme en tu vientre TIRIS.
Espantar la soledad con un abanico
De versos inspirados por tu inmensidad.
Vaciar mi alma en la bondad de tu alma
repasar la memoria del universo
en la poesía de tus paisajes
y escuchar en el eco de tus montañas
la gloria de tu pasado,
los ruidos de la infancia del mundo,
el galope de una caravana sobre el cristalino rostro de
tus llanuras
y sentir la paz que los dioses cincelaron con bondad
en tu rostro,
tu rostro de mar que se le congelaron las olas
jueves, 30 de octubre de 2008
Siroco ( De Chejdan Mahmud Yazid )
El día se hace eterno
ya de antemano.
Fatimetu agita su melhfa
y envuelve su impasible rostro
con la tela cotidiana.
Otras miradas tristes
invocan algún misterio.
Desde las vísceras
de la endeble morada
se retuerce la tranquilidad
y, de paso,
se enojan las moscas.
Allá en la penumbra
balbucea algún niño,
entonces
se desprende algún
desairado sermón
y un ambiente distante
carcome las gargantas.
En la frontera
de la jaima y la nada,
el día se hizo amargo,
y nadie quiso
maldecir a los dioses.
Poesía de emboscada (fragmento) ( Del poeta tuareg Hawad )
Allá como aquí
Veo a la viuda Temoust
Temoust la tuareg
Cuya grieta
De los ojos
O la rocalla de los pies
Desnudos
Son alimentados
Por las garras del siroco
Y los dardos del sol
El ocre mate de la epidermis
De sus hijos la tiene acorazada
Para enfrentar las sierras y las guadañas
De sus torturadores
Garras del siroco....
Al fin el cielo se acordó de nosotros ( De Luali Lehsen )
Al fin el cielo se acordó de nosotros,
los niños giraban como trompos pidiendo lluvia,
y febrero, como siempre, respondió a sus plegarias.
Diluvió como nunca,
y la barca de barro, donde navega nuestro sueño,
se deshizo,
¡tierra en la tierra!
La esperanza de los hombres azules se ha quedado desnuda,
pero no ha muerto,
brotará renovada, con las flores del desierto,
que saben dormir en la memoria del suelo,
hasta que algún febrero, redimido con plegarias de niños,
las despierte.
Al fin el cielo se acordó de nosotros,
cuando todo el universo nos tenía en el olvido.
los niños giraban como trompos pidiendo lluvia,
y febrero, como siempre, respondió a sus plegarias.
Diluvió como nunca,
y la barca de barro, donde navega nuestro sueño,
se deshizo,
¡tierra en la tierra!
La esperanza de los hombres azules se ha quedado desnuda,
pero no ha muerto,
brotará renovada, con las flores del desierto,
que saben dormir en la memoria del suelo,
hasta que algún febrero, redimido con plegarias de niños,
las despierte.
Al fin el cielo se acordó de nosotros,
cuando todo el universo nos tenía en el olvido.
Saguia ( De Zahra Hasnaui )
Dicen que la
noche se adueña
de tus tonos añiles,
violeta y cobalto.
Que se secaron
en tu regazo
los besos de sal.
Dicen que
la sonata
de viento,
se torna en
sinfonía de
notas caóticas
orquestadas
por el espanto.
Ignora los dardos
de la serpiente.
Volveré,
envuelta en mantos
de estrellas rojas,
a sanar las
aguas amargas.
A morir y renacer juntos
en la matriz del Atlántico.
noche se adueña
de tus tonos añiles,
violeta y cobalto.
Que se secaron
en tu regazo
los besos de sal.
Dicen que
la sonata
de viento,
se torna en
sinfonía de
notas caóticas
orquestadas
por el espanto.
Ignora los dardos
de la serpiente.
Volveré,
envuelta en mantos
de estrellas rojas,
a sanar las
aguas amargas.
A morir y renacer juntos
en la matriz del Atlántico.
Aziz, Mohammed e Ibrahim
Musicos bereberes de La Plaza Jemaa el_Fna ( Marrakech )
Video propiedad del Autor. Prohibida expresamente su copia.
Video propiedad del Autor. Prohibida expresamente su copia.
Naci ( de Mohamed Ali )
Nací bajo el abrasante sol del
desierto
entre lluvias y arenas crecí,
entre las balas y los estruendos
de una atroz guerra, crecí.
Crecí soñando con un libro
bajo mi cielo:
cielo azul de blanco horizonte.
desierto
entre lluvias y arenas crecí,
entre las balas y los estruendos
de una atroz guerra, crecí.
Crecí soñando con un libro
bajo mi cielo:
cielo azul de blanco horizonte.
Zocos Marrakech
La gran plaza roja de rojos muros de Marraqués
Desde la terraza del hotel vemos hipnotizadores de serpientes magas y tatuajes y juice d'orange
Desde la terraza del hotel vemos hechiceras timadores mentirosos y ciclistas y petit taxis y la mezquita roja de Marraqués cerca de un oasis
One dirham! One dirham!
Video propiedad del autor. Prohibida expresamente su copia.
Huérfano en un Starbucks ( De Mahmud Awah )
Amiskarif , en la jungla
de Occidente,
tal vez
tu nombre no sabe a nada.
Siento herir la suma
de tus
majestuosas letras,
que te hacen
la pirámide de Tiris
y feudo de sus gacelas.
Pero a mí, Amiskarif
me suena
más que un tesoro
entre los tostados senos de Tiris.
Tuareg ( De Abdel Bari )
Busca tu mirada
y encuentra lejano
el horizonte.
No hay muros,
ni esquinas,
ni calles sinuosas,
ni chimeneas.
No hay siquiera caminos,
ni árboles
no hay fronteras
que demarquen territorios.
Es tu techo la noche
y tu cama la arena
dorada
a los pies de una duna.
Y mas allá la nada
se pierde en el infinito
sin límites que acoten
tus dominios.
Dueño eterno
del silencio que impera
escribiendo tu historia
en la arena
como siempre
lo hicieron los tuyos.
Hombre de azul
que cubres tu rostro
ante ese sol impasible
que quema y abrasa,
y que abiertas
extiendes las manos
que acogen
al viajero que llega cansado,
y lo ofreces tu té y tu jaima,
a cambio de nada.
Como te envidio tuareg
hombre libre que el en desierto vives
sin muros,
sin limites,
sin casa
y dueño absoluto
del desierto y su magia
Sahara ( De Abdel Bari )
Emergen
Una tras otra las dunas
Como jorobas
Que la arena pare.
Todo es lejano
Extenso
No hay ni horizontes
Ni sombras.
No hay ecos
Tan solo a veces
El leve arrullo
Del viento
Que aquí quema.
Y habita la nada
Fiel compañera
De destierro
Que construye
Con soles,
Vacíos.
Impera en ti
La hermosura
De lo etereo
Y mis ojos
Que te aman
Te miran extasiados.
Tú y yo
Nos parecemos
Tanto
En nuestra soledad
Azul Indigo.( De Abdel Bari )
Es mi país
El país de la arena
De las noches
De lunas sin sueño
Que danzan etéreas
En un cielo
Que azul índigo
Presenta.
Es mi país
El país del viento
Que besa la arena
Y danza con la lunas
Y se oculta del sol
Cubierto su rostro
De azul índigo.
Es mi país
El país de donde
El agua
Huyo
Dejando la arena
Reseca
Y mar se ha hecho
Tan solo vistiendo
Azul índigo.
Es mi país
El extenso desierto
Sin fronteras
Donde África Llora
Con lágrimas
Secas
Azul indigo.
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