jueves, 30 de octubre de 2008

Al fin el cielo se acordó de nosotros ( De Luali Lehsen )




Al fin el cielo se acordó de nosotros,

los niños giraban como trompos pidiendo lluvia,

y febrero, como siempre, respondió a sus plegarias.



Diluvió como nunca,

y la barca de barro, donde navega nuestro sueño,

se deshizo,

¡tierra en la tierra!



La esperanza de los hombres azules se ha quedado desnuda,

pero no ha muerto,

brotará renovada, con las flores del desierto,

que saben dormir en la memoria del suelo,

hasta que algún febrero, redimido con plegarias de niños,

las despierte.



Al fin el cielo se acordó de nosotros,

cuando todo el universo nos tenía en el olvido.

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